¿Para qué seguir viviendo?
Hay una sensación que estruja el pecho, bueno, a algunos el estómago; y es pararse al filo de algún acantilado, un barranco; pudiese ser en lo alto de un edificio o a la orilla de un gran puente. El aire te provoca escalofrío y esa inmensidad de vacío estremece. ¿Por qué sucede? Es la consecuencia de sentirse pequeño.Leer más »¿Para qué seguir viviendo?