El fruto de un adíos

Fue hace como 18 años. Yo, un vil aventurero, me había arriesgado a “robarme” a mi novia e iniciar una descabellada historia, a la que se opusieron muchos, pero que me dejaron hacer.

Era un tetrapléjico que había formado una familia, pero debía mantenerla. Mi chica trabajaba, pero yo había prometido hacer algo, no sé cómo, pero ella me creyó. Como autodidacta había aprendido a escribir en una Macintosh en blanco y negro; pensé que a alguien le serviría mis patéticos conocimientos.

Enviaba cartas a diestra y siniestra, llamaba a programas de radio y hasta pensaba hacer volantes, y en una de esas que le escribo a Rina Montalvo de Prensa Libre. Le explicaba que me daban trabajitos y que a veces no me salía nada y me frustraba ver trabajar a mi chica.

Ella publicó mi carta y la vida me cambió. Por la bendición de Dios yo siempre busqué chamba, era mi obsesión debido al gran ejemplo que me dio mi viejo en el mercado. Me llamó Sherry Ordoñez, una empresaria que me ofreció trabajo de auxiliar de contabilidad, yo no sabía tanto de eso, pero le dije que si me daba una semana estaría listo. Así fue y trabajé como 5 años con ella, esto me dio para terminar de comprar mi terreno en donde hoy vivo.

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Mi primer cheque de salario mínimo.

Lo anterior me abrió el camino para trabajar en otras cosas en Internet y crear Asodispro. No sé de donde salió Sherry, pero me dio ese impulso para sentirme útil a mis seres queridos. Ella fue fugaz Ministra de Comunicaciones y hoy es embajadora en Francia, acá se le acusa de muchas cosas, yo no sé nada de ello, lo único es que sobre su poyo, yo he ayudado a tantos, que ella se  sorprendería.

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Rina Montalvo escribió 60 años para Prensa Libre. (Fotarte: Hugo Cuyán Vásquez)

Lo anterior lo escribí pues la periodista y escritora Belia Pinto de Meneses, o sea Rina Montalvo, se despidió de sus lectores esta semana tras 60 años de escribir su columna Mensajes Íntimos. Yo por las múltiples cosas que hago no lo supe a tiempo (me le hubiese aparecido), pero al leer la nota mil cosas se agolparon en mi cabeza. Cómo unas letras pueden cambiar vidas si son usadas por personas de buen corazón. En su despedida Montalvo dio un mensaje profundo para quienes fuimos sus frutos.

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Palabras de Rina Montalvo en su despedida.

Si, desde siempre yo le doy mucha importancia a la escritura, pero hasta aquí solo 2 PCD de las que conozco han comprendido eso, bueno, no solo eso. Pero no importa, con estas letras se ha ayudado a muchos que tampoco aprendieron a escribir. Y es que leer y escribir es un arte que todos tienen, pocos practican, muchos desperdician y un tanatal critican. Ser culto no necesariamente es ostentar un título universitario, requiere de mucha comprensión de lectura, pero no para leer rápido, sino, para que algo aprendas de lo leído.

Hay mucha gente buena, lástima que las otras hagan más ruido. Pero si tu ayudas y Dios te concede andar con gente buena, trabajadora y culta, ni una mala palabra lo arruinará (ja ja). Tengo 2 libros que ni a patadas publico, he escrito más de lo que puedan imaginar entre ensayos y tesis para otros, no soy un escritor conocido, pero gracias a ello compro mi pan. Desde acá un saludo agradecido para esas dos mujeres que lograron mi independencia final, pues eso es el regalo más lindo que entonces Dios me dio.

 

Artículo de Byron Pernilla

P.D.

Regresé a escribir tras un descanso obligado ante prescripción médica. Gracias a quienes por correo me han contactado desde varios lugares del mundo.

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