Rina Montalvo: las letras dan trabajo y propósito

Leer pareciera ser una utopía en este mundo seducido por pixeles y secuestrado por cortas oraciones que despierten resentimiento o lujuria, lo viral.

De niño no tenía televisor, al vender en un mercado mi distracción era el periódico que siempre devotamente compró mi padre, creo que no hubo mejor escuela para mí, en él encontraba geografía, matemáticas, salud, historias, tiras cómicas, opinión, etc., los lunes y jueves venían cargadísimos, traían más de 100 páginas, era mi Tablet de entonces.

Durante el día pos no leíamos mucho, no había tiempo. Ya por la noche, mi padre solía quedarse dormido leyendo, yo tardaba más y hurgaba más el diario. Había una columna llamada “Mensajes Íntimos” firmado por una tal Rina Montalvo; en sus publicaciones hablaba de la política del momento, daba consejos sobre varios temas y respondía mensajes de lectores que le pedían ayuda, por alguna infidelidad, maltrato o quizá por un hijo o amigo mal portado.

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No solía hablar de religión, pero a veces lo hacia, como en esta columna en época navideña.

En aquel entonces no era necesario crear casos para llamar la atención, aun no existía ese detestable marketing. La idea fundamental de la escritora era utilizar el medio y su talento para ayudar, y aunque yo comencé a leer la columna sin más motivo que la de entretenerme, no sabía que hacerlo me daría una idea que cambiaría mi vida.

Hoy día es muy difícil brindar ayuda utilizando los medios de comunicación, sabiendo de la cantidad de aprovechados que desvían ayudas, no es fácil que las personas confíen, a esto se suman los haters, aquellos que justificándose en los aprovechados, difaman cualquier causa noble.

Creo que cómo a los 12 años empecé a leer a Rina, como 13 años más tarde, tras mi descalabro, después de haber aprendido autodidactamente a escribir en computadora, y buscando ser productivo, se me ocurrió escribir a la columna Mensajes Íntimos, le conté que aunque me salían trabajos por llamar a las radios con programas de compra-venta, estos eran ocasionales y me costaba mantener a flote una familia. Recuerdo sus letras de admiración al saber cómo aprendí a escribir, y cómo invitó a sus lectores a darme una oportunidad, cosa que hizo la ingeniero Sherry Ordoñez.

De las cosas curiosas que no relaté cundo escribí sobre mi primer sueldo, es que UNA sola vez he visto en mi vida a la Ing. Ordoñez, y fue mucho tiempo después de haberle empezado a trabajar, al comienzo nos comunicábamos solo por notas que nos llevaba el mensajero, claro después pasamos al e-mail, pero primero yo escribía e imprimía lo que quería decirle y ella de puño y letra me contestaba.

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Esta es la nota en que me contrataban después de la prueba. Grandes recuerdos de cuando fui ayudante de contabilidad, y mi inicio como mil usos en la red.

Parece trillado aquello de “ver oportunidades donde nadie las ve”, pero a mí me ha sucedido; para verlas se necesita un mínimo de cultura, y no hablo necesariamente de estudios avalados (es fundamental estudiar si se tiene oportunidad), pero lamentablemente conozco personas que no sé a qué horas pasaron por la universidad; se trata de saber, cuestionar y practicar. La cultura viene por leer cosas que nutran el intelecto no por obligación, viene de cuestionar paradigmas pero no por desacreditar o porque todos lo vean, si se cuestiona es para salir de una duda autentica y aclarar las propias ideas.

Leer abre un mundo de oportunidades, y aunque igual hay que abrirse a las nuevas tecnologías, no debe perderse ese hábito y debiese ser inculcado a los chicos, es más, incluso para crear informática son vitales los caracteres alfabéticos. Leer a mí me cambió la vida, escribir… esos son 5 centavos más jaja.

 Homenaje de los nietos a Rina tras concluir su columna.

A inicios de 2018, tras 60 años ininterrumpidos, Rina Montalvo dio por concluida su sección “Mensajes Íntimos” yo desde acá la despedí; finalmente este 7 de mayo, ella partió al encuentro del Señor. Al leer la sentida despedida de Mario A. Sandoval, recordé cómo esta excepcional mujer nunca dejó de escribir en favor de muchos, esto a pesar de llegar a ser dirigente importante dentro del periodismo.

Creo que Rina Montalvo fue una gran influencia en mi vida, no solo fui su lector, sentí en carne propia las consecuencias de usar los medios y los talentos en favor de quien verdaderamente necesita apoyo, por tanto, lo poco o mucho que Dios me ha permitido hacer para el prójimo, se lo debo en gran parte a ella.

Descanse en paz Belia Pinto Meneses, querida amiga  de mis letras.

De Byron Pernilla

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Gracias a quienes han ayudado con alimentos para personas con discapacidad y situación de pobreza. Estamos tratando de llegar a todos los que nos sean posibles, no es la gran cosa lo que logramos llevar, pero es de corazón.

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Publico las fotografías en el afán de agradecer a quienes no conozco y han brindado su mano, y para que otros se animen, no importando en donde ayuden pues hay mucha necesidad, aunque claro, se ha de estar seguro de la necesidad.

nada de esto se podría sin los voluntarios, que incluso gastando de su bolsillo, han llegado a casa de los beneficiados, Dios les bendiga.

Agradezco públicamente a Vanessa (no apellido pues no tengo autorización), pues gracias a ella y algunas personas anónimas logramos hacer llegar Q350.00 a don Felino Esquivel en una aldea de Jutiapa; con ello ha logrado comprar alimentos en esta emergencia por coronavirus.

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