No hace mucho, alguien subió una fotografía a las redes sociales en donde se observa entre la lluvia a una persona, quien supuestamente usa silla de ruedas, la cual junto a otra de pie se guarecen de la lluvia bajo un árbol. Según los comentarios, la persona se dedica a pedir dinero en las calles.
La mayoría de usuarios despotricaron contra la supuesta persona que pedía dinero. Hoy día es muy fácil que muchas personas se guíen por una imagen y una oración relacionada, dando por sentado que asisten a un juicio y que en conjunto emiten una sentencia.
¿Silla de ruedas es igual a parálisis total?
No sé si sea cierto el que pida dinero, la realidad es que una discapacidad física NO se circunscribe al uso de una silla de ruedas, ni un usuario de silla de ruedas debe ser únicamente una persona parapléjica. Hay muchas causas que obligan a una persona a usar silla de ruedas, por ejemplo: la parálisis cerebral (que no necesariamente significa parálisis intelectual) tiene diferentes niveles, algunos individuos pueden caminar, otros están totalmente sin movimiento corporal, mientras algunos se movilizan en silla de ruedas aunque puedan caminar alguna distancia.
Sería cosa muy larga enumerar las condiciones que cientos de personas tienen en el mundo para utilizar una silla de ruedas, pero el prejuicio sobre quien la usa hace mucho daño, incluso a todos los que se ven necesitados de utilizarla. Una silla de ruedas no es sinónimo de total parálisis de las extremidades inferiores, mucho menos de inutilidad.
#FelizLunes pic.twitter.com/nJ6jyUpZBt
— Asodispro (@asodispro) July 16, 2018
Por otra parte, no sé cuántos de quienes escribieron en la publicación han dado dinero a una PCD en la vía pública, pero les aseguro que quienes han dado con el corazón, no se sentirán indignados, pues sentirán pena de quien recure a semejante bajeza para comer. Lo seguro es que muchos de los que dan monedas de vez en cuando, ya no lo harán. Yo llegué a tener prejuicio de las PCD que piden dinero, pero al saber sus historias cambié mi pensar.
Creo que debemos aprender a comentar cuando tengamos los pelos de la burra en la mano, pues entonces con conocimiento de causa diremos que es parda. En el caso de que la persona fuese una timadora, hay formas de expresar nuestro malestar sin dejarnos ver como el clásico hater sabelotodo resentido. Lo que más nos debiese ofender, es la ignorancia.
De Byron Pernilla