A veces recibo llamadas de personas que buscan consejo ante una dificultad, no siempre se refiere a una discapacidad. Hace unos años me llamaba una chica de una zona de clase media, a sus 34 años vivía con su hermano alcohólico y sostenía una relación con un hombre de 60 años.
Antes había una especie de tradición, esta decía que la última mujer de la familia era quien se quedaba a cuidar a los padres en su vejez, esto le ocurrió a ella con su madre. Al parecer su universo giró en torno a su madre, estudiando nada más a 6º grado de primaria.
Ella me contactó debido a una publicación de un periódico a cerca de superación y discapacidad; lo que buscaba era ayuda pues se sentía una persona fracasada. Me contaba que desde la partida de su madre, entonces cómo 5 años, su mundo era triste, se la pasaba en su cuarto escuchando radio pues la televisión le mareaba y que por eso mismo no salía a la calle pues al subirse a un bus, el movimiento le hacía vomitar. El trato que recibía de su hermano era hiriente, machista, reprochándole que ella no trabajaba.
Se negaba a ver un psicólogo. Generamos una amistad telefónica, yo intentaba animarle contándole cómo yo veía la vida, pero era consiente que era un caso muy difícil y quizá podría ser ya muy tarde. Comenzó a llamar a la media noche, a veces con un llanto incontrolable, por más que intentaba que viera las cosas distintas, siempre había un tope. Un momento surrealista fue cuando yo le decía que tenía que socializar, un día le abrió la puerta a un misionero de una iglesia, si esos que andan encorbatados, hizo amistad y 3 días después se acostó con él. Lo que costó después fue que dejara los encuentros “religiosos”, yo me sentía culpable.
Sus llamadas empezaron a ser constantes y dramáticas, más que aconsejarle era una simple especie de paño de lágrimas y empezó a afectarme: había encontrado una relación amistosa tóxica. Cierta vez estaba en una cena muy linda con mis amigos, de pronto me llamó y entonces cambió la forma en que me sentía: me deprimía su sufrimiento. Tengo la bendición de Dios que siempre estoy metido en proyectos, teniendo una que otra reunión y dejando un amor en cada puerto…jaja no, no se crea. La verdad es que para ser creativo necesitas paz, por ello es cierto eso que si eres luz atraes la luz y si eres oscuridad…
Luego de intentar de todo como por 3 años, de tantas negativas, incluso enviarle efectivo para que viera un psicólogo, empecé a no contestar sus llamadas, no puedes ayudar a quien no quiere ayuda. Así pasó el tiempo, hace unos días me enteré de su fallecimiento debido a un paro cardíaco.
Yo vi a un psicólogo tras la muerte de mi hijo, sentí que necesitaba ayuda, sabía que tenía la fuerza, necesitaba saber dónde estaba. En el momento del dolor hay que llorar, el desahogo del alma es vital, pero más vital es el momento de secarse las lágrimas, ese instante en que las pequeñas gotas dan paso a imágenes borrosas que poco a poco se aclaran, entonces suspiras y decides continuar tu vida.
Buscar la aprobación de otros para sentirse capaz está mal, ya sea en la ropa, el léxico, en el sexo, Etc. Uno no puede andar por la vida pensando que todos son buenos, el diablo es puerco dijo el papá de Betty la Fea, hay gente que se pasa buscando gente vulnerable para satisfacer sus perversiones. Quienes se aprovechan de personas con problemas de autoestima son los culpables de muchos suicidios.
La autoestima debe ser integral, y tiene un elemento fundamental: la dignidad. Se suele confundir con orgullo pero es distinta, la dignidad puede admitir que necesita ayuda si se preservan los valores de la persona, el orgullo no, de ninguna manera.
De las cosas que ayudan mucho a la autoestima es tener la mente ocupada, trabajar es algo que nos edifica, y no habló de solo por dinero, aunque no haya plata, si haces algo productivo, cómo un voluntariado, eso te dará valor a lo interno. Tener ideas, escribirlas, apoyar ideas y ayudar en ellas, nos hace estar en movimiento.
Yo estoy gordito, soy tetraplejíco, no me puedo mover mucho, duermo amarrado por los espasmos, no tengo plata y estoy feo, pero eso no determina mi vida, tengo ideas, que se transforman en proyectos y terminan en programas, eventos e instituciones, ello no se debe a la opinión de otros pues si así fuese nada se hubiera hecho. Pero en este camino he conocido gente cuyas circunstancias impidieron su digno desarrollo, es ahí donde vine mi agradecimiento con Dios, pues en su momento encontré personas que me extendieron su mano, yo cerré los ojos, me agarré fuerte y le eché ganas.
Por todo lo escrito, hay que ayudar a la autoestima de otros cuando se pueda, pero se ha de estar alerta, hay que saber retirarse cuando la oscuridad empieza a cubrirnos. A veces las cosas no salen cómo uno quisiera, pero queda la satisfacción de intentarlo con todo el corazón. La vida son estos momentos efímeros que respiramos, somos seres capaces de crear, amar y soñar; algunos ganarán otros perderán, algunos nacieron para cantar blues.
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