Emprendimiento y discapacidad

Dibujo de un cuarto en donde se ve un diagrama de ideas y un ejecutivo en silla de ruedas.

Ser emprendedor es difícil, más ahora que el mundo se caracteriza por ser de personas que se indignan por todo, en el que se critican las ideas por buenas que sean, en el que las personas que no escriben buscan un signo de puntuación mal escrito para burlarse y jactarse de su maestría en gramática; en este superficial planeta de nunca jamás gobernado por fotografías de vidas perfectas.

Ser creativo, sinónimo de emprendimiento, no necesariamente se refiere a hacerse millonario o cambiar el mundo entero, hay ideas muy pequeñas que cambian para bien solo a una familia, quizá, solo a una persona. Para alcanzar el éxito de esa idea ha de pasarse por muchos obstáculos, el primero es la fe del propio creador.

Ya he escrito sobre esto, pero me lo han preguntaron bastante ultimamente, creo que mi primer emprendimiento con discapacidad fue lograr escribir. La primera persona a la que le dije que con un guante y un desarmador podría escribir me dijo que no funcionaria, que para que me preocupaba si siempre tenía alguien a quien pedir que me escribiera y que algún día inventarían algo en computación. Solo en lo último tuvo razón.

Cuando las primeras teclas de la máquina de escribir plasmaban mis primeras letras volví a creer en mí. Del hospicio me llevaban a hacer mis exámenes a un colegio, era todo un ridículo verme haciendo ruido con mi máquina a medio salón de clases, para colmo, aparte del ridículo, se quejaron por la desconcentración de los alumnos y me sacaron al patio para que terminara.

Byron Pernilla escribe en una computadora usando un guante de motociclista y un desarmador.

Forma en que aprendí a escribir.

Pero no me importó, el saberme autónomo aunque sea solo para escribir me hizo cambiar mi mundo, saber que había algo en donde no debía pedir favores para actuar, en donde podría plasmar mis sueños, mis alegrías o tristezas; era fenomenal, había creado mi primera aplicación.

Creo que siempre he temido a la mediocridad, a conformarme con lo que la vida me ofrece, cosa que no quiere decir que le sea mal agradecido a Dios, siempre agradeceré un talento, pero mejor si uso ese talento. Cuantas cosas he escuchado cuando comienzo algo, que era imposible crear una organización basada en la web, que no podría escribir una constitución, que nunca podría comprar una casa, que no podría organizar una carrera, que las personas cómo yo con mis estudios y tetraplejía no encontraban trabajo, no, que no…y que ella no se fijaría en mí (jaja): en todo se equivocaron.

Ser emprendedor con discapacidad

Cuando eres emprendedor, persona con discapacidad y usuario de silla de ruedas, el miedo al «qué dirán» es lo que detiene a muchos, y no porque ellos tengan ese miedo, a veces las personas que rodean una gran idea son las que más daño hacen, con su inacción, a veces quizá por envidia, talvez culpa del ego; aquellas que se acercan solo para beneficio personal; o las que con su negativa de invertir preguntan primero cuanto ganarán. Esto último aplica para quienes pudiendo, creen que invertir es un gasto.

Encontrar las personas que comprendan el trabajo en equipo es fundamental para llegar al puerto deseado, es difícil, pero se logra con perseverancia.

Byron Pernilla en una mesa de una expocición

He hecho muchas cosas, a veces me he sentido tonto, pero ha valido la pena.

Pero uno no ha de jactarse, los emprendimientos que uno realiza no son ni deben ser jamás en busca de un vano reconocimiento (a menos que uno sea el producto), se hacen en busca de objetivos claros y sí se llegan a ellos ¿importa la opinión de otros? Y si viene algún reconocimiento será un valor añadido.

Un sueño deja de serlo cuando se escribe, pues entonces se dan tiempos y metas, entonces tienes un plan. Todos tenemos ideales diferentes, si alguien se siente bien no haciendo nada, no es un delito, este escrito es para que se aviente todo  aquel que sueñe con cambiar, principal y primeramente su vida, no se puede pretender  cambiar el mundo sin el ejemplo demostrable.

Las buenas ideas no siempre son las que te hacen millonario, hay algunas que pasan desapercibidas, incluso que provocan burlas, pero esas ideas cómo mi guante, provocan primera mente cambios en uno, y precisamente es uno el que debe enfrentarse al siguiente paso, pues se dan dos caminos: el primero acomodarse con el logro alcanzado,  o el segundo, definir los próximos retos.

¡Después todos los demás…se quedan en el suelo guardando la cordura!

 

Artículo de De Byron Pernilla

2 comentarios en «Emprendimiento y discapacidad»

  1. En hora buena.
    Yo perdí la pierna izquierda hace 6 años, sin embargo he seguido con mi emprendimiento de elaboración de muebles con madera reciclada.
    Gracias por tus palabras de aliento.

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