Noviazgo: ¿Con o sin discapacidad?

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2 fotografías, en la primera, una pareja se abrazan ella de pie y él en silla de ruedas. En la segunda, una pareja, los 2 en silla de ruedas, posan cariñosamente juntos.

Son premisas que nos enseñan o que construimos durante algún tiempo, ellas suponen verdades a medias o simples mitos que muchas veces afectan vidas enteras.

Araíz de mi etapa de Doctor Corazón jaja, alguien me escribió esta semana debido a un artículo de este blog, literalmente escribía: “él quiere ser mi novio, pero está en silla de ruedas igual que yo, y creo que así no funcionaría, pero un familiar me dice que si funcionará porque solo una persona igual que yo me entenderá”.

Hay prejuicios contra las personas con discapacidad, pero es aún más dañino cuando esos prejuicios son de las mismas personas. Claro, hay desventajas al darse la oportunidad de tener pareja, pero quizá el obstáculo más grande sea uno mismo.

Yo tenía un prejuicio en los primeros años de mi discapacidad, el creer que yo nunca podría estar con una chica con discapacidad, pensaba que era difícil, y casi imposible si la discapacidad de ella fuere igual o peor que la mía. Esa idea priorizaba el cuerpo físico, no los sentimientos. Las personas que conocía en aquel tiempo reforzaron aquella creencia.

Un tiempo después del rompimiento con la madre de mi hijo, por primera vez hice amigos con discapacidad, y en una fiesta de fin de año conocí a una chica con discapacidad congénita, era linda y muy social, ella manejó la situación desde el primer momento (pobre de mí jaja).

Nos hicimos amigos, trabajaba y gustaba de verse bien, era aventurera y gustaba de cosas espontaneas, un día mientras íbamos al cine, se desvió y se hizo un tatuaje, así del aire, impredecible. Ella impactó mi vida, hasta ese momento yo creía que era aventurero, pero el nivel de ella era otro. Una de las primeras cosas que llamaron mi atención fueron sus bien cuidadas manos, aparte de que aún recuerdo el sabor de su pintalabios. Me gustaba pero mi prejuicio hablaba a mi oído, y pues al verme algo bobo, en una salida ella me preguntó si quería ser su novio.

Duramos como 4 meses, era un tanto posesiva y con un fuerte carácter, contrastaba con mi forma de ver la vida, y en una pelea, que ya no recuerdo ni por qué, terminamos. Aprendí mucho de aquella aventura, descubrí sensaciones diferentes, una distinta forma de sentir lo mismo, aunque suene contradictorio. Ella me enseñó que no importa cuán difícil sea el obstáculo, que si lo quieres vencer, solo debes enfrentarlo sin rodeos. Quizá no llegué a enamorarme, lo que se dice estar totalmente enamorado, pero allanó el camino para que tiempo después alguien similar hiciera piñata mi corazón jaja.

Como una persona con discapacidad física: ¿Y cuál es la diferencia entre tener una pareja con o sin discapacidad? Aparte de lo obvio, no recuerdo que por la discapacidad yo sintiera una diferencia, si la persona te fascina todo a su alrededor te vale madre, al fin, quien siente es uno, y si los 2 son cómplices, tendrán momentos inolvidables, por los cuales decir: valió la pena. Pero ojo, discapacidad o no, las relaciones no siempre funcionan.

La discapacidad no juega un papel determinante si hay un sentimiento por la persona, su forma de ser será lo que al final prevalecerá. Los recuerdos que tengo de las maravillosas personas que en determinada etapa compartieron su vida conmigo no se basan en tener o no discapacidad, mis recuerdos son esos detalles que me hicieron querer estar junto a ellas.

No es necesario que alguien esté en similar condición de vida para comprender a su pareja, creo que las personas empáticas existen, he vivido con ellas. Pero por muy parecida condición de vida, una persona no tiene la obligación de ser igual o compartir determinado pensamiento. Somos seres únicos con virtudes y defectos, y ello debemos tener presente al ver a nuestra pareja.

Puedo decir hoy que el amor, o lo que sea ese sentimiento, no es algo estandarizado, algo que la sociedad pueda determinar o normar, pues entonces solo sería una expresión superficial, es un sentimiento profundo que solo entiende quien  lo experimenta, y amar es incontrolable, te asalta en el momento menos pensado y entonces todos los prejuicios te vienen sobrando… nada más hay que darse la oportunidad.

Artículo de Byron Pernilla

 

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