Diversidad funcional o personas con discapacidad

Hay un debate en torno a cómo debe decirse: Persona con discapacidad o persona con diversidad funcional. A primera impresión esto me sonó a la encrucijada del huevo y la gallina, filosofía popular sin beneficio más que el no tener nada que hacer. Luego recordé lo sensible que son muchas personas con discapacidad y lo insensible de otras tantas sin discapacidad.

Las personas pueden darnos nuestro lugar como seres humanos o pueden negárnoslo en su mundo. ¿Es la sociedad quien determina mi calidad de persona? Pudiese ser así, pero en nuestro mundo hay algo llamado espíritu, la conciencia de saberse capaz de ser único, no más, ni siquiera igual.

El proceso de aceptar una discapacidad adquirida depende en parte del medio ambiente anterior y posterior al trauma; esto moldea un carácter, una forma de responder a los estímulos sociales. De ahí que no sería lo mismo adquirir una paraplejia siendo un panadero que siendo el dueño de una cadena de panaderías. Las lágrimas serán por lo mismo, pero la rehabilitación corporal y psicológica es muy distinta; el primero probablemente luche por hacer llegar el pan a quien pasa hambre, pues él la sintió, el segundo quizá se dedicará a revisar las envolturas del pan y quizá pegará el grito en el cielo si alguien osa hacerlo de otra manera. Habría que apuntar que la situación es totalmente diferente en una discapacidad cognitiva, congénita, sensorial, Etc.

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Cuando mi mundo cambió, lo vivido me alentó a inventarme otra vez, y sí, basándolo principalmente en el trabajo. No me percaté de la necesidad de muchos por ser respetados, cuando se me ofendía, me reía de la ignorancia de las personas, daba media vuelta y a otra cosa mariposa. Pero descubrir a tantas personas cuyo vivir ha sido una discriminación total, trastocó mi pensar. Me di cuenta que muchos viven de hacer creer a muchos víctimas, que las verdaderas víctimas no siempre son las que andan alegando, puesto que en su mayoría las víctimas no tienen los medios. He intentado por años convencer que uno NO es especial por tener discapacidad, que uno tiene talentos, que uno debiese ser reconocido por ellos, no por un triste aparato ortopédico o un calificativo.

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¿En serio creen que un calificativo ayudará a alguien sin trabajo,  sin accesibilidad y en abandono? Dirán que en el futuro, que cuando se haga conciencia, que cuando se cree la ley…en fin, mientras tanto los que hoy sufren deberán esperar y solo se crea confusión. Hay ya una Convención de ONU que determinó un calificativo con la anuencia de muchos países, guste o no, debe respetarse aunque ni siquiera los estados cumplan. Se ha luchado por ella, ese poco espacio conseguido debe ampliarse, podemos usar otros calificativos para no ser monótonos, yo uso diversidad funcional, pero de eso a comenzar luchas triviales, sobra tiempo. Hay gente allá afuera muriendo de soledad y sin oportunidades.

En este rolon del Tri, hay un malísimo uso de calificativos, estereotipos y hasta mitos; una pésima forma con una muy buena intención. Quizá hoy día muchos pedirían que Alex Lora fuera quemado en la hoguera, pues la corrección política priva. Si bien hay que buscar las formas correctas, no seamos inquisidores amargados, todo tiene un contexto. El ritmo me llega…jaja

Si alguien te dice algo queriendo insultarte, no importa el calificativo, igual lo hará. Es algo referente a la autoestima, de quien eres y cómo te sientes. Amarte no se limita a verte al espejo y ver tu hermosura, o a una simple palabra; amarte es tener la convicción de no hacerte daño, de crear una coraza contra esas lanzas de indiferencia, insultos, y hasta odio. Amarte es concentrarte en tus talentos, pulirlos, y hacerlos producir para otros, pues no se trata de un ego vacío, sino, de cosechar bienestar para todos.

Yo, sí, yo soy un trabajador en iniciativa privada, soy freelance, dirijo varios proyectos, webmaster/Comunnity Manager, me gusta crear, gusto del rock y pop clásico ochentero, soy bohemio, cuando estoy cansado ronco (me contaron jeje), pinto al óleo, Coca no Pepsi, me gustan las películas de miedo, gusto de comer fuera de casa, soy impulsivo, o todo o nada, amo leer y escribir, solo las series cómicas o un buen partido de fut me hacen ver tele, he cruzado la ciudad tras un accidente de tránsito tan solo para verla, tengo amigos que creo son mis hermanos y me fascina poder llevar esperanza, y tantas, tantas cosas…amo la vida..haa y se me olvidaba, soy una persona con discapacidad.

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¿Para qué me invitan si saben como canto?

Byron Pernilla

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