Discapacidad: Me llaman radio ¿Porqué ayudar?

Ayudar al prójimo es algo que algunos hacen por trabajo, otros aprenden, y muchos otros lo traen desde la cuna. Es algo que no todos pueden o quieren hacer.

Muchos creen que solo con dinero se puede ayudar al prójimo, cosa muy distante de la verdad. Podemos ser personas con limitaciones físicas o económicas, pero capaces de ayudar. No hay nadie tan pobre, que no sea capaz de ser una buena compañía, y no saben cuanta gente necesita tan solo que las escuchen.

Ayudar como propósito es ingrato, descuidas tu vida, tus seres queridos…y siempre no quedarás bien con todos, más y sin embargo, hay quienes ayudan desde sus talentos, ya sea escribiendo, informando, refrendando derechos, haciendo voluntariado, Etc.

Pero todos en algún momento nos llegamos a preguntar ¿Por qué lo hago?

Mi motivación

Al principio de mi discapacidad adquirida mis compañeros eran gente abandonada por una u otra causa, no era que no tuviese a mi papá vivo, pero mi alta discapacidad hizo que yo eligiera vivir junto a las referidas personas pues mi padre no podía cargarme siempre para pasarme a mi silla de ruedas.

Viví alghunos años en la Casa Hogar San José, a mi salida formé un hogar que duró 11 años, pero luego nos separamos y de golpe regresé a mi vida de soltero. Mi entorno social no contaba con personas con discapacidad, no porque no me gustara compartir con ellas, sino porque no había tenido la oportunidad.

En aquellos días yo llamaba a las radios para ofrecer mis servicios de redacción, un buen día me llamó Carlos, una persona que debido a la artritis era parapléjica, me dijo: “Hola, quiero ser tú amigo”. Aquella llamada me pareció extraña, al principio fui desconfiado, pero él resultó ser una persona genial que cambió mi vida. Entonces conocí a sus amigos, una banda de locos con discapacidad que empezamos a juntarnos para navidad, creo que fue lo primero que organicé con personas con discapacidad, grandes chonguengues (fiestas).

Haciendo de todo, en aquellos días logré establecerme independientemente con un trabajo, una fe, amigos y uno que otro desamor jaja. Pero nunca olvidé a mis compañeros de hospicio, esa casa ya no existía como tal, pero siempre recordé con cariño los buenos momentos con ellos. Quizá por ello desde que Dios me permitió tener un empleo busqué cómo ayudar.

Con unos amigos con discapacidad, para navidad creamos el Paseo Navideño, dedicado a personas con discapacidad en situación de pobreza, el primer obstáculo fue encontrar personas con discapacidad que contribuyeran; algunas de ellas no les gusta al sentir que se les identifica como necesitados. Afortunadamente las personas con discapacidad que me han apoyado en estas locuras son de las más seguras con sí mismas.

La palabra «pobreza»genera muchas veces polémica, entonces algunos lanzan eufemismos como “de bajos recursos” “de limitados recursos” Etc. claro, se intenta minimizar la situación, pero ello no contribuye a solucionar las cosas, el que alguien sea pobre de recursos económicos NO quiere decir que sea menos que nadie, ni mucho menos que siempre sea su culpa. Pensar que no es pobreza no tener bolsas de orina, cremas para curar ulceras o un par de billetes para comprar unas aspirinas, es ignorar una realidad que sienten miles de personas que viven en las casas de cartón.

Las personas sin discapacidad llevan a cabo obras de caridad con personas necesitadas, ellos no piensan que los identificaran cómo a esas personas que ayudan. ¿Por qué pensarlo yo? En lo personal no me siento pobre, aunque a veces lo piense 2 veces pa pedir una mendiga pizza y espero el día de 2×1 jaja, me siento millonario de tener fabulosos amigos. Creo que el prejuicio con el que algunos ven esto es más inseguridad y aceptación de que se tiene una discapacidad. De las cosas que más hemos luchado en los eventos, como el Paseo Nsavideño, es conservar la dignidad de las personas.

Cada qué realizamos junto a mis amigos el Paseo Navideño, siempre resultará inconvenientes, críticas y casi siempre termino a veces endeudándome. ¿Y qué he ganado por hacerlo? Acá lo presumiré:

Don Vidal sostiene la silla de Dorita, quien me lanza un beso luego del fin de un Paseo Navideño.

Don Vidaal y su hija Dorita, ella no habla, pero siempre me ha reconocido. Don Vidal falleció el 23 de febrero 2022.

Saber que ellos fueron un tanto felices me hace bien, me nutre el alma. Pero aún hay quien me dice que por qué comenzó todo esto…y en una película lo descubrí:

Me llaman Radio (spoiler)

Es una película basada en hechos reales, cuenta la historia de un chico con discapacidad intelectual, quien pasaba desapercibido hasta que un entrenador de Futbol Americano decide ayudarlo para que se supere. El film es lacrimógeno, bueno, al menos para mí.

En algún momento la familia del entrenador resulta afectada pues este descuida muchas cosas por ayudar a Radio. Al intentar explicarles por qué lo hacía, relata que un día el observó a un niño amarrado en una casa, que huyó asustado y nunca supo qué paso. Y que desde entonces su aflicción había sido que no hizo nada para ayudarlo. ¡Yo no quise esperar a que eso me sucediera!

CONCLUSIÓN

En el hospicio vi morir a muchos con discapacidad, sin un familiar que siquiera los visitara; hoy aún recuerdo nombres y rostros. Sé que no es culpa mía, pero siempre pensé en cómo podía hacer algo. No quiero entregar el equipo y preguntarme ¿Por qué no hice nada?

De Byron Pernilla

La película está en Netflix Latinoamérica

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