A través de los tiempos la discapacidad ha sido entendida de forma muy distinta, al principio se creyó que si la adquirías era un castigo de Dios, nada diferente si nacías con ella. Y lo triste es que aun hoy día se crea que un demonio tiene que ver con la condición de vida de una persona, o que por eso vale menos o no tenga derecho a decidir sobre su propia existencia.
Nunca fui fans de la princesa Britney, eran tiempos de Kurt Cobain y pos la época más rockera de mi vida ya había pasado y a lo mucho escuchaba algo llamado grunge; a Britney le conocimos primero por su inocencia en Disney Chanel, y luego por sus provocativos videos, y por más que huyeras del pop, hasta en las sopa la encontrabas. Luego vino el despelote, fue al “juntarse” (diría mi madre jeje) con la primera “influencer” que por entonces se autonombró la primera “socialité”, París Hilton. Juntas a Lindsay Lohan y a la hija de uno de mis cantantes favoritos, Nicole Richie enseñaron, hicieron y desasieron de todo, en un incipiente y aun no indignado internet.
Todo iba como debía hasta que la chica besucona de Madona se le ocurrió el despelote total. Se rapó, agredió paparazis y se negó a dar el tiempo de custodia al padre de sus hijos, un oportunista que había sido el chofer de la princesa; terminando ella con una peluca y un chaleco de fuerza en una ambulancia. Eso bastó para que un juez le condenara (desde hace 13 años) a la esclavitud sin derecho a hacer con sus bienes lo que se le diera la gana, mucho menos con sus hijos de quienes perdió la custodia.
La condena fue aceptada por una sociedad acostumbrada a pensar que la felicidad es solo una, la que la mayoría determina, bastaba que sus padres dijeran que tenía problemas mentales. Su declaración reciente frente al juez provocó un sacudón en la conciencia conservadora, esa que se niega a evolucionar.
Britney declaró ante la corte el horror de perder sus derechos civiles, entre otras muchas cosas: desde no poder tomarse las sodas que se le diera la gana, pasando por no poder cambiarse de ropa a solas, y hasta la aberración de ponerle en contra de su voluntad un dispositivo intrauterino para el control natal.
Privación de derechos civiles
El diario Los Angeles Times publicó al respecto: “Recuerdan la -histeria femenina-: una pseudo-enfermedad de la era victoriana que patologizaba a mujeres que mostraban signos de estrés psicológico, trauma o deseos sexuales no convencionales. La histeria se convirtió en un diagnóstico de referencia para madres, hijas y esposas que mostraban resistencia a las expectativas de la sociedad, e “incluso que simplemente le contestaban a los varones”, afirma la escritora y defensora de la justicia de la discapacidad S. E. Smith – que le daba a sus médicos y familiares licencia para internarlas de forma indefinida”.
De lo que se está hablando es de: interdicción, que conocemos en algunos países como tutela, figura que parte de la premisa de proteger a la persona de sí misma. Adalberto López Méndez escribió en Lexlatin: “Hay una clara radiografía de los riesgos asociados a esta figura: la objetivización y muerte civil de la persona, y el desconocimiento y carencia de defensa legal de quien está bajo tutela”.
Interdicción
Del lat. interdictio, -ōnis.
- f. Acción y efecto de interdecir.
Interdicción civil
- f. Privación de derechos civiles definida por la ley.
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Las personas con discapacidad
Muchas personas con discapacidad hoy sufren de vejámenes ante los que no pueden hacer nada legal pues son tomados como incapaces ante las leyes, y aunque existen casos en los que es comprobable una incapacidad mental y daño así mismo, en otros casos se quitan los derechos por el simple prejuicio de superioridad ante una discapacidad.
Discapacidad Psicosocial
Según la Organización Mundial de la Salud la Discapacidad Psicosocial es: “Personas con diagnóstico de trastorno mental que han sufrido los efectos de factores sociales negativos, como el estigma, la discriminación y la exclusión”.
Pero no nos equivoquemos de punto, acá la discusión no es si Britney es persona con discapacidad o no, acá el punto es que las leyes la califican como se han calificado a cientos de personas con diversas discapacidades.
Convención de los derechos de las personas con discapacidad
El artículo 12 reconoce el pleno derecho jurídico de las personas con discapacidad, como el artículo 19 garantiza la vida independiente. Estados Unidos firmó la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad pero no la ratifico, mientras en otras naciones firmantes y que la han ratificado, como Costa Rica ya se toman medidas para modificar o quitar las leyes de interdicción.
El derecho a vivir como te gusta
Cierta vez entré a un hospital de rehabilitación para una fisioterapia. En el gimnasio una chica en su silla de ruedas hacia pesas junto a mí (me amarraban las manos a unas poleas para que me ejercitara), yo todo casaquero (platicador) le pregunte algunas cosas que ya no recuerdo, pero si me quedó grabado como ella no me respondía y su mirada esquiva.
En determinado momento me habló: “Es que no nos dejan hablar con hombres”. Dijo mientras miraba la puerta de donde había salido por un memento una monja que la vigilaba. Fue mi encuentro con la violación clara a un derecho, tan solo por tener una discapacidad.
Respecto a Britney, muchos de nosotros al ver una publicación solemos hacer juicios morales, sobre lo que nosotros haríamos o no, pero solemos olvidar que una persona tiene derecho a hacer con su vida lo que le plazca, siempre y cuando no lastime el derecho de otros. Tener tatuajes, un estilo raro de pelo, piercing, tendencia exhibicionistas o una discapacidad son cosas que no debiesen ser causas de una muerte legal. Todos tenemos derecho a equivocarnos, a tomar pésimas decisiones, incluso si fuera destruyéndonos la vida, el libre albedrío.
Spears libra una lucha por su libertad y está visibilizando a muchas personas sin voz. Debe contextualizarse con la realidad de hoy en día esas figuras que resultan en instrumentos de discriminación propios del esclavismo y anulación de la humanidad, pues en su nombre se han esterilizado, esclavizado, torturado y mancillado la dignidad de muchas personas con discapacidad.
De Byron Pernilla
Totalmente de acuerdo contigo…. Que bien que lo plasmes de forma tan clarita y nos recuerdes que a todas las pernonas, independientemente del grado de diversidad funcional, las capacidades diferentes que tengamos, se nos debe respetar como queramos vivir nuestra vida siempre que no pongamos en peligro la de los demás….
Así es, respeto a nosotros.