Accesibilidad: ni vivo ni muerto
Recordando las peripecias que me tocó enfrentar para asistir al funeral de mi padre, creo que lo más difícil fue cuando para llegar al lugar de la sepultura, debieron cargarme en peso con todo y silla de ruedas, fácil sorteamos como 60 tumbas, y como cada una era de diferente construcción, hubo algunas en las que costó mucho subirme y luego bajarme, una aventura ingrata solo superada por el corazón de mis amigos.Leer más »Accesibilidad: ni vivo ni muerto