Cadena de favores (Pay It Forward en inglés) es una película estadounidense de 2000, dirigida por Mimi Leder. Está protagonizada por Haley Joel Osment, Kevin Spacey, Helen Hunt y Jon Bon Jovi. La historia está basada en la novela homónima de Catherine Ryan Hyde.
Está película también está a diario en la vida real.
El pensamiento del ser humano en hacer algo por el prójimo solo se queda en el pensamiento y no como acción o hecho, a veces se piensa que está muy lejos el poder buscar a quién ayudar, pero es muy simple, desde nuestra casa podemos empezar a ver que nuestro prójimo está más cerca de lo que imaginamos, para poder iniciar una «cadena de favores” lo puedes hacer con tus padres, tus hermanos, tus amigos, tus compañeros o tus vecinos.
En mi vida, puedo contar muchas veces que he recibido «cadenas de favores» de otras personas. ¿Cómo, se preguntarán algunos? Desde que nací mis padres me han brindado su amor, su apoyo y su mejor condición de vida, es allí donde empieza la «cadena de favores», pero la principal ha sido creer en Dios, mis primeros años de vida los médicos indicaban que no iba a caminar, Dios misericordioso me brindó su favor, en que a los cuatro años de edad diera mis primeros pasos, pero siempre vista por una cojera leve entre mis piernas. (Por supuesto hubo varias cirugías antes, pero ninguna fue para quedar bien).
Al crecer y al pasar el tiempo no crean que todo fue a base de favores, también crecí ante el rechazo de compañeros que no me aceptaban dentro del grupo escolar por el no poder caminar bien, o correr como todo niño, por lo que utilicé bastones, muletas, andadores, silla de ruedas; tengo un historial enorme, pero regresando a la cadena de favores, en mi trayecto de vida si las he tenido muchas veces, voy a comentar alguna de ellas:
Las cadenas de favores hacia mi persona:
- Mis quince años, recuerdo tener el doble de vestido, buqué, zapatos, todo el doble para celebrarme y del cual fue un día muy especial y lindo.
- Mi última cirugía, estaba perdiendo mi hueso fémur del lado derecho, una familia sensibilizada ante mi problema, fui favorecida con el costo total de mi cirugía del cual pase casi un año completo en recuperación (6 meses enyesada de cuerpo completo).
- Inclusión laboral, he tenido buenos trabajos en los que me he podido desempeñar.
- Al casarme, era emocionante ver como las personas se acercaban apoyarme con los preparativos ya que era de alegría salir de mi casa vestida de blanco y realizar este paso; al pasar el tiempo a pesar que los médicos me indicaban que era mejor no tener hijos para no perjudicar mi estado físico, me dio la más grande bendición el poder ser madre de una bella niña, recuerdo que tuve más de 5 “fiestas de baby shower” de amigos, familiares, compañeros de trabajo era una alegría, para darle la bienvenida a mi hija; pero después de los 40 días de nacida de mi hija también se presenta una tragedia. Mi esposo sufre un accidente y pasar meses en el hospital, en el intensivo en estado de coma no era para estar bien en lo posible como esposa, pero a pesar de esta situación Dios se hizo presente por medio de mi familia, Iglesia, amigos y compañeros de trabajo, en ese entonces la “cadena de favor” se presentó de la manera que no se pueden imaginar, mi sala llena de víveres en cantidades enormes que tenía que decirle a mi madre que hiciera bolsas para compartir con las personas necesitadas de mi vecindad. Después recuerdo que cuando él falleció, no tenía nada más que un contrato funerario con Q.200.00 de anticipo y pensaba: ¿Qué voy hacer para pagarlo? Y se vuelve a mostrar la «cadena de favores», un amigo de él paga el total de los gastos de la funeraria y para enterrarlo un primo nos da un lugar especial con todos los gastos pagados, y también nunca se me olvidará, el gesto tan bonito de mis compañeros de trabajo en ese tiempo en reunir fondos con ventas entre ellos mismos para aportarme ayuda en ese momento que me fue tan útil para abarcar todos los gastos que se me presentaron, no era una situación fácil, pero Dios estuvo presente con “una cadena de favores”.
Han habido otras circunstancias en las que me ha tocado sufrir, de las cual es en otro momento les puedo contar, pero a lo que quiero llegar es que en algún momento dado de nuestra vida hemos recibido una «cadena de favores” en cantidad de veces pero nunca las contamos, ahora te hago una pregunta: ¿Cuántas veces has sido útil para ser partícipe de una cadena de favores?
Continuará el próximo martes…
Un artículo de Paola L. López L. para Asodispro®
Dios te bendiga muy buen articulo y magnifica labor lindo testimonio
Gracias Eduardo por tus palabras, Dios te bendiga y te invitamos a las cadenas de favores
Paolita, eres motivo de inspiracion para muchos, he sido testigo de como en tus momentos dificiles eres la mas fuerte, y como estas siempre lista para ayudar a quien lo necesita cuando aveces eres tu la necesitada de esa ayuda y creo que la discapasidad la tenemos muchos otros al no ser tan fuertes y buenos como tu. Un abrazo fuerte y que Dios siga Bendiciendo tu vida.
Gracias Anónimo! muy lindas palabras y bendiciones! lo mismo deseo para tú vida que seas un pilar de grandes bendiciones.
Es una bendición conocer personas que tienen tras de si obras, y predican con el ejemplo, no todos pueden ni quieren hacerlo. Bien hecho.
Byron, gracias mil gracias y muchas bendiciones. «Poder es querer» y es la voluntad de las personas, del que puede y quiere es porque su corazón tiende a tener «sensibilidad» Les invitó a leer la segunda parte el próximo miércoles. Dios les bendiga.