Me harté de levantarme deseando que la noche llegara pronto.
Me harté de sentirme como un inútil y fracasado.
Me harté de meter mi mano al bolsillo y encontrar solo deudas.
Me harté de ver todos los días en el espejo, un rostro triste y sin esperanza. Me harté de vivir de mis pesadillas y no de mis sueños.
Un día un hombre me recordó que soy un príncipe, pues mi papá es un rey. Ese día decidí cambiar.
Hoy me voy a la cama con la ilusión de ver un nuevo día.
Hoy veo el fracaso como una escuela, como el camino al éxito.
Hoy tengo menos deudas que pagar y muchas ganas de luchar.
Hoy veo en el espejo a un guerrero, a mi mejor amigo, a mi cómplice de vida. Hoy persigo y alcanzo mis sueños, pues ellos me mantienen vivo.
Cambié, sí, cambié. Cambió mi forma de pensar.
Hoy mi vida no es más fácil. Siguen las luchas, los retos y la enfermedad.
Aprendí la lección: “Para que las cosas también, tú tienes que cambiar”.
¿Te atreves a cambiar?
Un articulo escrito para Asodispro por: Eriko Paz, motivador personal.