No somos ángeles

Una joven en silla de ruedas está con un vestido de gala, con encajes, es celeste. Porta unas alas de plumas blancas. Está en un jardín de grama y arbustos verdes.

No, no es un programa de televisión. Casi siempre en congresos o reuniones que aborden el tema de discapacidad, casi siempre sale a colación el apelativo de “ángeles” cuando se refiere a una persona con discapacidad, en especial si la discapacidad es cognitiva.

Dentro de las discapacidades derivadas de problemas en el cerebro, no siempre esta significa la afectación del intelecto, claro, las hay y muchas. Las discapacidades intelectuales serias pueden causar pacientes privados del entendimiento, de la comprensión tal y como la percibimos la mayoría, pero por más avanzada que esté la ciencia, nunca ha podido descifrar del todo ese software natural, esa máquina que puede hacer o no conciencia.

Para ejemplificar, la parálisis cerebral (PC) contiene varios grados, con un porcentaje de ellos no se ha establecido aun comunicación, son seres inertes con el más alto grado de parálisis. Siempre se trabaja en instaurar vías comunicativas, habiendo casos en los que la persona se logró comunicar ya en edad adulta debido a los avances tecnológicos o a la simple sensibilidad de otra persona sin discapacidad, quizá un ángel. Hay casos en los que no solo hay PC sino problemas mentales. Muchas personas creen que una PC es sinónimo de problemas cognitivos, entonces tratan a estas personas como niños, algunos lo aceptan pues no llegan a conocer otro mundo que no sea la sobreprotección.

¿Pero y qué de aquellos que desean un propósito como ser humano? Gaby Brimmer (QEP) fue una persona de origen mexicano con PC, quien a pesar de no poder expresarse ni mover nada más que el pie izquierdo, logró una vida digna y con muchos propósitos; logrando hacerlo gracias a su nana indígena Florencia Sánchez Morales, quien logró comprender y encausar el potencial de Brimmer.

Este poema puede intentar describir esa sensación de despojo de quienes simplemente son seres humanos, con sueños y anhelos, vedados por una sociedad prejuiciosa:

discapgaby1«Me gustaría poder decir al final de mi vida,

que estuve agradecida de haber vivido

y luchado por una causa noble

como «la libertad del hombre».

Yo que estoy encadenada a esta silla

yo que estoy presa dentro de un cuerpo

que no responde.

Haber amado al hijo y al amigo

y cantado canciones cuando se va la tarde».

-Gaby Brimmer

Sin duda alguna la referencia de “ángeles” se da en el sentido afectuoso de alguien que intenta explicar, y explicarse, lo que es difícil de comprender. El concepto puede tornarse en la premisa que moldee una vida, buena para quienes la aceptan, cruel para los seres creativos. Imagínese usted tan solo, ser considerado inmaduro para todo, toda la vida.

La semana pasada fui a cortarme el pelo (ya era hora dicen muchos), no estaba el estilista que me lo recorta, al estar frente al espejo el joven reemplazo le preguntó a la amiga con quien iba: -¿Cómo quiere que se lo corte?- Tuve ese instante sublime de sentirme invisible, afortunadamente mi acompañante le supo explicar con dibujitos que era yo el de las decisiones. Acostumbrado a este tipo de sociedad, le explique al chico; algún día me enojé, pero ya no. Me estremece el saber que hay quienes no tienen solo un momento de discriminación, es a cada momento de su existencia.

Hay una frase que tantas veces le dijo su nana a Gaby Brimmer: Nunca te rindas.

Un artículo de Byron Pernilla

 

En este enlace artpiculo y vídeo sobre la vida de Gaby Brimmer

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *