“El desamor es ciertamente otra cosa, se suele confundir con soledad pero es el luto de una perdida, y para eso no hay más cura mágica que el tiempo y el perdón verdadero”. Este pensamiento escrito recientemente, dio pie a que un amable seguidor sudamericano me escribiera contándome que sus padres siempre le habían dicho que enamorarse no era para personas con discapacidad (en este caso física), que ese sentimiento traía sufrimiento y que seguro, para una persona con limitaciones, las consecuencias serían peores.
Me preguntó que si con lo que yo he vivido, hoy me arrepentiría de alguna relación, y que le aconsejara como era la mejor forma de intentar tener pareja. En este blog he escrito sobre algunas experiencias, si bien en ningún momento es una guía como tal, esto puede servir para quien necesite ver esto desde otra perspectiva.
Ya lo he escrito, pero cómo hay nuevos lectores, les diré. Mi vida se divide en 2 etapas pre y post descalabro; en esas 2 me hicieron piñata mi corazón, y no existe diferencia, cómo lo he dicho, la primera es fatal, la segunda se parece un poco, y ya después te profesionalizas jaja.
Como persona con discapacidad mi desarrollo no tuvo restricciones o sobreprotección, al vivir en un hospicio fue quizá el otro extremo: Sal como puedas. Y eso aplicaba a todo. Aunque como todos tuve mis dudas de no ser visto como un buen prospecto para el sexo opuesto, por obvias razones, hubo circunstancias que provocaron que mi vida se basara por mucho en: prueba/error.
Prepararse
Creo que lo primario y principal es cultivar nuestra propia vida, si nos queremos empezamos a buscar cómo desarrollar nuestros talentos, eso nos lleva a educarnos al respecto, y la consecuencia es trabajar en eso, por lo que entonces encontramos un proyecto de vida y ese proyecto muy probablemente será compartido por más personas, de las cuales con suerte conoceremos a quien quiera acompañarnos.
La GRAN equivocación según veo yo, y quizá me equivoque, es que he visto que algunas personas con discapacidad compran la victimización, y llegan a pensar que ellos no conseguirán pareja pues el mundo es superficial (cosa en realidad cierta) y que al no ser agraciado o por tener capacidades distintas, entonces nadie se interesará en ellas. Para comenzar la belleza es efímera y a falta de una capacidad, hay otras que se pueden cultivar.
Llega a pensarse que entonces estudiar es la solución, bueno lo será para nuestro proyecto de vida pero, no necesariamente para fundamentar una relación, eso hasta en el mundo convencional puede verse, hay personas súper estudiadas que no son gratas y nunca han hecho nada positivo con sus títulos y están solos, claro, quizá son felices.
Por tanto, ser un prospecto en cosas de parejas, trata más de quienes somos, donde estamos y hacia dónde vamos. Ninguna cara bonita es garantía de buena compañía, ninguna licenciatura es garantía de una persona educada. En resumen, lo primero es quererte, pues solo así podrá uno encontrar a otro que quiera lo mismo.
Aunque como siempre hay excepciones a la regla, la gran mayoría de relaciones sentimentales no se fundamentan en la apariencia física o capacidad intelectual, se basan en la necesidad de recibir algo, que pudiera ser, tan solo una buena compañía. Si lo viéramos desde un punto de vista negativo, entonces podría refutarse al decir que entonces digo que el amor es interesado, pero no lo digo en esa vía, no es interesado pero en una etapa madura. No es ningún delito que alguien quiera superarse, compartir la vida con alguien que le ayude a superarse, y eso no siempre se refiere a plata, a veces una buena conversación un buen ejemplo bastará para superar algún obstáculo. Pienso y con perdón de muchos, que horrible ha de ser compartir la vida con alguien que se victimiza y solo de eso habla.
Antes de practicar
Una cosa muy puntual es saber quiénes somos, no digo que nos desvaloricemos, sino que no debemos exagerar en nuestros estándares al pretender a alguien, y no hablo necesariamente de belleza. Por ejemplo, a mí me fascina la actriz Rachel McAdams pero si le conociera estaría loco si pensase que podría conseguir un beso, claro que no hay imposibles, pero no exageremos.
La segunda cosa sería no obsesionarse, una pareja es alguien con quien compartir y continuar muestro camino, NO es la solución de nuestra vida, puesto que hay cosas más allá que una pareja sentimental, hay una vida esperando nuestra creatividad y propósitos, y ello lo enfrentamos solos.
Cundo te rompen el corazón
Es algo que trasciende los sentimientos, se siente real dolor en el pecho, que te falta algo que te hace funcionar. Ello como el actual virus no tiene cura, se debe vivir, ignorar el sentimiento no tiene buenas consecuencias. Es acá donde nuestro proyecto de vida viene al rescate, una persona ocupada tiene más facilidad de acortar el tiempo de luto ante la pérdida.
Si el rompimiento se debe a una traición del otro bando, se logra salir cuando se logra perdonar. Pero ese perdón no es para que lo vean todos, como algunos hacen hoy día en las redes, este perdón viene desde adentro, en una habitación a solas, ahí se suelta esa carga, que es de las más pesadas que se puedan cargar. Y entonces al abrir la puerta y secarte los ojos, das un suspiro y vuelves a la jugada de tu vida.
Esta canción es parte de la banda sonora de muchos que pasamos por un rompimiento y decidimos soltar la carga, al final nos llevamos las emociones positivas para siempre.
Otro gran error es pensar que nuestra pareja nos pertenece, claro que así es en lo sentimental, pero en la realidad somos seres independientes, con sueños parecidos pero decisiones diferentes, y con nuestros mismos derechos de alcanzar metas y disfrutar la vida de una manera particular. El sentido de pertenencia es hermoso, pero igual el amor debe ser más grande, y este versa en querer ver que la otra persona es feliz, y eso no es necesariamente con nosotros, al comprenderlo habremos entendido lo que es amar y soltaremos el egoísmo.
En una aventura con una chica con discapacidad, al terminar la relación ella me gritó: “nunca vas a encontrar a la mujer perfecta porqué no existe…” Ella es la única que habiendo sido mi pareja, ya no somos amigos, y no es por mí, ella creo que aún está disgustada pues nunca más me contestó alguna llamada y en una reunión me ignoro, no hice alguna barrabasada, simplemente tomé una decisión y creo que no me ha perdonado. Y esa frase es una premisa que debiese estar presente en todo aquel que al inicio de una relación tenga demasiadas expectativas, a mí me ayudó.
Alguien me dejó esta rola de recuerdo, y aunque en su momento me sacó de onda, hoy podría decir que me ayudó a reflexionar sobre mi forma de ser. Hoy somos amigos.
NINGUNA persona, independientemente de sus capacidades, religión, ideología política o preferencia sexual tiene seguro el no sufrir un desamor, claro que los hay, pero son la excepción de la regla, creo que esto es como una necesaria experiencia en la vida, como la varicela, debe darte para que crezcas más fuerte.
Yo no podría arrepentirme de haber sufrido por mi decisión al darme la oportunidad de tener pareja, por más dura que haya sido alguna de las experiencias, me quedo con los mejores momentos, bailar haciendo el ridículo con mi silla de ruedas, tomarnos algo en un mirador a la media noche, el que me hayan bajado de mi silla a la gramilla en un parque solo para que ella se recostara a mi lado, el abrazo y beso durante los fuegos artificiales de año nuevo…etc. Para querer una rosa hay que saber que tiene espinas.
De Byron Pernilla