Las distintas circunstancias en las que viven personas con discapacidad en países como Guatemala, a dado lugar a que muchas de las instituciones creadas para atender problemas relacionados con la discapacidad, sean dirigidas por personas que no padecen de discapacidad, claro que existen honrosas excepciones, pero es limitado el campo en el que accionan las organizaciones plenamente independientes y dirigidas por personas con capacidades diferentes.
Hay organizaciones que dicen ser sin animo de lucro, pero son dirigidas desde hace décadas por un mismo núcleo familiar; claro que si se ha beneficiado a la población con limitaciones, pero es desagradable ver como estas personas se auto alaban por su bondad. Existen otras instituciones, que lucran en nombre de la discapacidad, son dirigidos por personas sin limitaciones y ponen al frente de su proyecto a “coordinadores con discapacidad” quienes el único peso que tienen es obedecer a quienes dirigen la organización. Por aparte, se pueden encontrar asociaciones cuyo fin es recaudar fondos año con año, algunas de ellas si persiguen objetivos claros, pero son las menos.
Afortunadamente no todas las personas razonamos igual. Las personas con discapacidad somos capaces de superarnos, de alcanzar sueños y metas; claro que debemos ser puntuales al pedir ayuda en nuestra limitación, pero debemos distinguir la línea de la dignidad, que no implica soberbia pero mucho menos lastima. ASODISPRO y sus alianzas estratégicas con asociaciones y/o instituciones que visualizan de manera propositiva la discapacidad, tienen como objetivo cambiar estereotipos sobre las limitaciones físicas. No se puede pretender cambiar esquemas sociales, siguiendo patrones que han arrojado los resultados a la vista, es sobre el terreno de la evidencia que el cambio se realizará.
Para cambiar esquemas no basta pretender o prevenir, hay que demostrar, creer y vivirlo.