La confusión de la causa

EsperanzasHace unos días recibí una llamada de auxilio, se trataba de una dama que se había hecho cargo de un bebé con discapacidad intelectual, los padres con problemas mentales no podían, los familiares cercanos se hicieron los desentendidos y ahora tras un par de años este no estaba reconocido y su benefactora no podía continuar con su cuidado, pues ya el niño se estaba causando daño así mismo, tenía desnutrición, necesitando cuidado y medicamento, fuera de la economía del hogar que lo acogía.

Me di a la tarea de contactar a las instituciones que tratan la discapacidad del infante, pero ooo sorpresa, poco o nada les interesaba, incluso algunas que hacen eventos de recaudación de fondos me dijeron que podría prestar servicios pero eran pagados. Finalmente ya muy noche logré contactar a una organización en la que alguien se conmovió del caso y decidió apoyar. Ya asesorados y sabiendo lo dramático del caso (me enviaron fotos) acudimos a la PDH, quienes entendieron la problemática y actuaron de inmediato. El caso ahora se desarrolla y esperamos un buen fin para el niño.

Entender una causa

No toda persona que trabaja para una causa o tiene que ver en una causa, COMPRENDE la causa. Hay quienes creen que por participar, poseer, haber estudiado licenciaturas o ser de cierto poder económico, ya comprenden la causa. Cuando comprendes una causa es como el médico al que llaman a la media noche, el que cumple por su juramento hipocrático. Claro, alguien que comprende una causa no necesita de jurar nada, y aun sin plata algo hace.

He estado algo malo de salud, bueno mucho; un día debí redactar, enviar o recibir papelería, contestando llamadas del caso del niño, yo en plena nebulización. Mis queridas asistentes me recriminaron por no desentenderme del tema en plena crisis, lo comento pues yo les respondía que nadie quería ayudar al chico fuera de horario de oficina.

Madre Teresa entendió su causa, se despojó de su comodidad y arropó al necesitado, hoy ya es para unos santa y para otros una embustera. Para mí fue solo un ser humano que comprendió que dar al necesitado no es dar lo que te sobra o como dicen muchos “Ya sabes, cuando se puede…”esto lo dicen como una advertencia, ofendiendo la inteligencia. Entender al necesitado es cuando te despojas de lo que te ha costado, y ayudar incluso cuando no puedes, pues algo puedes mover a alguien puedes acudir. Si no puedes sentir siquiera un tanto de lo anterior por tu causa, busca otra.

Por NO entender las causas estamos como estamos, con gente inepta hablando de lo que no comprende. Hay tantas entidades públicas y privadas llenas de gente que cree que MUCHO hacen con ayudar, incluso devengando un sueldo, sueldo que muchas veces es donado. Es como la enfermera de algún hospital público que al reclamarle lo lento de la atención, tienen en la punta de la lengua: -Si no le parece, váyase a un privado.- cuando su sueldo lo pagamos todos con los impuestos. No hay que generalizar, sino, yo no hubiera encontrado apoyo con el chico, pero no me imagino lo fabuloso si muchos comprendieran su causa.

Lástima que una gran mayoría no haga nada sin dinero de por medio, y si lo hace, siempre querrán beneficiarse de alguna manera. Mejora las condiciones en las que vivimos no es un pecado, yo trabajo para ello, pero mi empleo profesional es para eso y mi causa o propósito es otra cosa.

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Byron Pernilla

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