El acceso: ¿Tan simple como el rayo de luz que traspasa la ventana?

Accesibilidad: ¿Tan simple como un rayo de luz?

Hablamos de acceso cuando tenemos vía libre para realizar, elaborar o alcanzar un objetivo, una meta. Para la mayoría de nosotros el acceso a dichos objetivos esta implícito en las actividades que realizamos diariamente. Podemos verlo desde que sale el sol en la mañana y deja entrar la luz por la ventana… esta ingresa porque tiene acceso a traspasar el vidrio de la misma. Podemos respirar porque el aire ingresa a nuestro organismo por medio de las fosas nasales… y así podemos mencionar cada una de las cosas que todos los días simplemente tomamos como “normales” y las damos por sentadas puesto que han estado ahí siempre. Nadie las puso simplemente están ahí.

De la misma forma la mayoría todo el mundo da por sentadas las formas que tienen para realizar las tereas de todos los días. Las personas se “levantan”, se “bañan”, se “visten”, “bajan las gradas”, “preparan su desayuno” y se lo “comen”, sin ayuda de nadie, eso siempre ha sido así. Y de la misma forma “salen de su casa”, “suben a su carro” o “caminan por la calle” y “van a trabajar”. Son cosas tan cotidianas y tan fáciles de hacer que no nos damos cuenta de que las realizamos porque nuestra casa, nuestro carro y nuestras calles nos lo permiten.

La accesibilidad es dificil para muchos

¿Y si no fuera así?

Que pasaría si por una remota suerte del destino esto ya no fuera posible. Si por algún motivo insólito mi cama no me permitiera levantarme, o no saliera agua de la ducha o al estar en el segundo nivel, las gradas de repente hubieran desaparecido. ¿Tendríamos “acceso” a levantarnos, a tomar un baño o bajar para poder salir?….

El hombre por su misma naturaleza progresista ha inventado una infinidad de herramientas y comodidades que hacen la realización de sus tareas cada vez más fáciles. Uno de los más claros ejemplos de los logros de la mente humana es la tecnología que actualmente nos comunica a niveles y velocidades que antes eran únicamente impensables.

Sin embargo para muchos de nosotros, obviamente una minoría, pero que aun así existente, las tareas mas simples y cotidianas se nos hacen sumamente difíciles, porque las casas, los vehículos y las calles no están aptas para proveer el “acceso” a movilizarse con toda libertad como lo hace el general de las personas. Para las personas que no tienen la capacidad de utilizar su cuerpo como la mayoría, las actividades básicas como el levantarse por la mañana, darse un baño o salir de la casa pueden ser un reto bastante agotador pero realizable por la fuerza de la costumbre y la capacidad de adaptarse a una forma en particular de realizarlas “normalmente”. Sin embargo cosas como caminar por la calle o utilizar un servicio sanitario en un lugar público, realmente pueden convertirse en un reto inalcanzable, puesto que las calles, los lugares y los vehículos públicos no están adaptados para proporcionar el “acceso” adecuado.

El difícil acceso para personas con capacidades especiales en las ciudades

¿Y si fuera yo?

Puede sonar como reclamo, pero ¿Es justo que no todos tengamos la facilidad de utilizar los servicios públicos? La verdad no, no lo es. Sin embargo no necesariamente es culpa de nadie, o necesariamente se ha llegado a esto de manera intencional. Ahora bien, ¿No seria justo que todos pudiéramos realizar estas actividades básicas si encontrar obstáculos por donde vamos? Obviamente creo que si. No obstante no es con reclamos que se puede llegar a realizar cambios que nos beneficien a todos, y digo todos porque no sabemos en que momento podremos necesitarlos. Muchas de las personas que ahora no pueden moverse libremente antes eran personas que ni siquiera pensaron que alguna vez podrían estar en una situación así y sin embargo, todavía hay personas que niegan la necesidad de que se respete esta necesidad, por el simple hecho de que no es algo que afecta a la mayor parte de personas.

Es muy importante que a pesar de esto, hemos observado actualmente que nuestra cultura esta cambiando, en la mayoría de las construcciones nuevas se toma en cuenta cosas como rampas de acceso en los parqueos o en lugares como estadios, restaurantes, centros comerciales, etc., se toma en cuenta el construir un servicio sanitario lo suficientemente grande, para que las personas que utilizan silla de ruedas no les sea difícil ingresar por no poder subir gradas o que las puertas o los espacios sean muy pequeños.

El único obstáculo que aun es susceptible de salvar se refiere a que muchos de estos accesos que se colocan tomando en cuenta que las personas con capacidades especiales van siempre con alguien que los acompañe, ya que en muchos de los casos son rampas sumamente inclinadas o en sectores un tanto alejados sin tomar en cuenta a las personas que van por ahí sin ninguna compañía. Es necesario que al momento de diseñar estos accesos tengamos la capacidad de sentarnos nosotros mismos en una silla de ruedas empujarla y nosotros mismos probar el acceso para estar seguros de que es posible utilizarlos, no solamente colocarlos ahí para llenar un requisito.

Es inmensa la cantidad de situaciones que se pueden enumerar cuando hablamos de accesibilidad puesto que podríamos tocar temas como los derechos que tenemos todos para tener las mismas oportunidades, podríamos llevarlo a los limites legales y también podríamos tocar temas en lo referente al trabajo de las autoridades gubernamentales. Sin embargo todo esto se resume en una palabra “cultura”, ya que únicamente es factible resolver cualquier problema no únicamente refiriéndonos a este en particular, si tratamos de educarnos al respecto, si somos capaces como dije, de visualizarnos sentados en la silla de ruedas y empujarla, si somos capaces de pensar en ponernos en la posición de quien necesita de esta accesibilidad para poder realizar las tareas que todos dan por sentadas, seremos capaces de mejorar cada día nuestra cultura a este respecto y el cambio en el día a día de todos y los derechos de todos van a darse por fin de una manera natural. Falta mucho pero “personas pequeñas, haciendo cosas pequeñas, pueden cambiar el mundo”.

Un artículo para Asodispro® de Julia Yesenia Solís Villagrán

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