Expresiones que lastiman

Sandra Espín Tello Doctoranda en Ciencias de la Salud, Terapeuta Ocupacional y Estudiante de Psicología  Zaragoza España

Sandra Espín Tello
Doctoranda en Ciencias de la Salud, Terapeuta Ocupacional y Estudiante de Psicología
Zaragoza España

En primer lugar me gustaría presentarme. Mi nombre es Sandra y llevo 26 años conviviendo con Parálisis Cerebral (P.C.), desde que nací. Podríamos decir que hemos hecho un pacto de vida: yo no protesto mucho y ella me permite disfrutar de la vida.

¿Y qué es eso de la Parálisis Cerebral? La verdad es que el nombre no es muy bonito, suena bastante mal… Parece que haya una parálisis total del cerebro, cuando realmente sólo tenemos afectada una pequeña parte de una región en concreto que impide que se produzcan las conexiones “normales”, por lo que esa pequeña afectación puede tener grandes consecuencias.

Desde el principio me gustaría aclarar una cosa, NO SOY PARALÍTICA CEREBRAL. ¡Odio esa expresión! La P.C. sólo forma una pequeña parte de todo lo que soy. Es cierto que ésta discapacidad física que tengo es lo que más se ve a simple vista, pero aparte de éste rol tengo muchos más. Para empezar soy una persona como las demás, y dentro de ésta categoría soy hija, hermana, nieta, novia, sobrina, prima, amiga, Terapeuta Ocupacional, estudiante de  Psicología, Doctoranda en Ciencias de la Salud…. Físicamente tengo una discapacidad, ¡pero también soy morena! ¿Creéis que es justo que se me resuma en que soy paralítica cerebral? No lo veo justo.

A menudo me pregunto qué piensa la gente sobre la discapacidad, cómo la conciben, y hasta qué punto la entienden. A veces pienso que alguien está verdaderamente concienciado, que no tiene prejuicios y que entiende la situación, y en el momento más inesperado te suelta algo que te deja del revés. Eso me ha pasado montones de veces, por lo que ya no me sorprendo, pero me indigno, a veces me enfado y me lleno de rabia por la impotencia, y esto lo entenderán los que estén en una situación similar.

Estoy harta de escuchar la palabra “inválido/a” y “minusválido/a”, y encima tener que soportar que gente cercana se ría cuando les digo que para mí son términos insultantes, y me digan que no hace falta ser tan meticuloso con la terminología, y que tengo que entender a la gente que lo dice (¡que me entiendan ellos a mí!).

Pero si analizamos morfológicamente la palabra inválido vemos que está formada por el prefijo “in-”, que significa negación, no, y el lexema “válido”, por lo tanto obtenemos el  significado de “no válido”. Si utilizamos ésta palabra en otro contexto quizás sea más fácil de darse cuenta: “La clave introducida es inválida”: Cuando esto sucede tenemos que introducir otra clave, la primera NO VALE = Inválida.

Si ahora cogemos la palabra “minusválido” y hacemos lo mismo, prefijo “minus-” que significa menos, y lexema “válido”, vemos que el final es “menos válido”. ¿Menos válido/a que quién? ¿Menos válido/a para qué? Perdónenme pero en ese sentido, si yo soy minusválida todo el mundo lo es, porque aún no conozco a nadie que sepa hacerlo todo a la perfección. Si volvemos a los ejemplos, un fontanero será minusválido porque, entre otras cosas, no sabe hacer una cirugía neurológica, y un neurocirujano será minusválido porque no sabrá arreglar las cañerías de una casa, también entre otras muchas cosas.

Respecto a la palabra “discapacidad”, el prefijo “dis-” significa ausencia, siendo así el significado de la palabra “ausencia de capacidad”, cosa que tampoco me parece cierta, a no ser que se especifique. Por ejemplo, yo tengo ausencia de capacidad para caminar sin ningún tipo de ayuda, ni personal ni técnica, pero tengo total capacidad para razonar, o para ver, por lo que no me considero “discapacitada” en general, sólo de forma parcial. También podría decirse que tengo una discapacidad, pero siempre sin generalizar.

Quizás algunos ya hayáis entendido el por qué de mi indignación, pero para los que no: Yo no me considero ni no válida ni menos válida que nadie, ¡en todo caso al revés! Me parece un insulto gratuito de alguien que seguramente ni me conoce, y está juzgando mi validez, ¿pero qué se creen? Por esa regla de tres yo también puedo llamar inválido, minusválido o discapacitado a quién yo considere oportuno, aunque no tenga ninguna discapacidad aparente, ¿no? ¿Cuánta gente que utiliza éstas palabras “vale” menos que yo? ¡¡Si solamente por el hecho de tener movilidad reducida mi esfuerzo vale el triple!!

Inclusión, algo tan sencillo y bueno como la amistad

Inclusión, algo tan sencillo y bueno como la amistad

De verdad, un poco de sensibilización y comprensión, y por lo menos aceptar que esas palabras son insultos, en vez de defenderlas diciéndome que tengo que comprender que la gente no sabe, que no lo hacen con maldad… ¡si no lo dudo! Pero si yo te digo que me siento insultada, ¡intenta cambiarla en tu diccionario mental! Porque seguro que si yo me refiero a alguien diciendo “claro, es que como tú eres gilipollas seguramente te costará más entender este mapa, pero no te preocupes ¡yo te ayudaré!” os parece una barbaridad, porque claro, estoy llamando a alguien gilipollas, ¡es un insulto! Pues apliquémonos todos el cuento.

Desde mi punto de vista el mejor término es “Persona con Movilidad Reducida” (PMR), pues no dice nada que no sea verdad, mi movilidad es reducida comparada con una persona sin patología del movimiento, me guste o no, no lo puedo negar. Y si éste término te parece largo, no lo uses. Refiérete a mí como la chica morena, la de la silla naranja, la de las muletas moradas y rosas, la del pantalón de colores… nada más. Que éste término sea solo utilizado para temas formales.

Estoy harta de ver carteles como “Baño para minusválidos”, “Acceso para minusválidos”, “Plaza de parking para minusválidos”,  “Habitación adaptada para minusválidos”, etc. De verdad os lo digo, a mí se me revuelven las tripas cuando los veo.

Si en esta sociedad, la cual va evolucionando poco a poco, todos nos consideráramos PERSONAS en igualdad de condiciones, sólo personas, sin discriminación, todo sería más fácil.

Un artículo para Asodispro® de  Sandra Espín Tello

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19 comentarios en «Expresiones que lastiman»

  1. Bravo, felicidades por el artículo. Lo he compartido en Facebook. Lo que la gente llamada «normal» no entiende a menudo es que todos somos una variedad de cosas y circunstancias y las etiquetas de cualquier tipo son odiosas. Gracias por recordarlo. Muchas veces, no es por nada, los psicólogos también son los primeros que etiquetan a la gente. Lo digo porque a mi también hay gente que me etiqueta. Eres un TDA.

    1. ¡Muchas gracias! Y yo me pregunto, realmente ¿dónde está el límite entre lo normal y lo anormal? ¿Existe alguien normal bajo todos los aspectos? Desde mi punto de vista, la respuesta es clara, no.
      Psicólogos, como en el resto de profesiones, los hay mejores y los hay peores. Por ser psicólogo o médico no eres Dios.
      ¡Saludos!

      1. Sandra, es que la palabra normal tiene muchos matices. Sincerament, yo abogaría por quitarla del diccionario. ¿Qué es normal? ¿Y para quién? ¿Y en dónde?. En Marruecos si no eructas después de una comida es que no te ha gustado. Allí eso es normal. Aquí se considera de mala educación. ¿Qué es entonces lo «normal»?

    2. Me alegran tanto tus palabras!!! Sabes??’ Decir lo que sientes y llorar, cura el alma y nos ayuda a ser mas fuertes e inteligentes. Conocemos nuestra Discapacidad, la aceptamos y nos amamos. Así luchamos por ser vistos como personas que valemos …!!!
      Te felicito y te envio un fuerte abrazo 😉

    3. Totalmente de acuerdo, a menudo nos toca aceptar esos términos para no alargar una conversación o dar explicaciones innecesarias, pero las etiquetas por lo general lastiman casi tanto como la condescendencia. Teniendo una paraplejia muchas veces he escuchado la frase «es que usted no es como los demás» y aunque la persona esta tratando de hacer un cumplido yo se que lo primero que ha notado es el hecho que estoy en una silla de ruedas, y cree que haciendo un cumplido puede ocultar el hecho que me esta etiquetando, peor aun personas que con mucha elocuencia y amabilidad se acercan y segun ellos de la mejor forma me dicen «yo también conozco a una persona en silla de ruedas», que acaso eso nos hace amigos? yo también conozco a personas ignorantes pero no se lo uso como una forma de iniciar una conversación. Pero de todas esas cosas supongo que la que mas me lastima es cuando alguien a quien considero amiga o amigo, me dice algo como «es que lo veo como a alguien normal», porque se que no es así, si así fuera no tendría que decirlo.
      Pero lo bueno de la vida es que no todo es negativo, a menudo nos encontramos personas que sinceramente nos aceptan por lo que somos, por lo que podemos ofrecer como personas, y no por lo que ven sus ojos.

      1. Comparto completamente tu opinión. No somos personas «especiales», no somos objetos de muestra a los que mucha gente mira al pasar… No tenemos que ser las mejores personas del mundo solo por tener diversidad funcional (término que se me olvidó mencionar en el artículo, pero que me parece muy adecuado), y como bien dices, las personas que nos aceptan tal y como somos nunca nos hacen distinción, no nos ven «como a alguien normal», porque utilizando el como ya están comparando, y eso es innecesario.
        ¡Muchas gracias por tu aportación!
        Un saludo.

    4. Hola chica morena, de pantalones de colores, de muletas moradas, la de la silla naranja, buenas noches, bonito comentario, y mas por lo facil que nos lo has hecho entender, aunque tienes un duro trabajo por delante, esas palabras estan muy arraigadas, y las decimos sin pensar y mucho menos sabiendo su significado, yo tambien las decia, y alguna vez aun las digo. Cuidate

    5. Te recomiendo la página de Rovira-Veleta accesibilidad, en la que hay muchísima información sobre movilidad y accesibilidad. Este maestro, arquitecto de profesion, que diseñó la accesibilidad de los JJOO de Barcelona, la EXPO de Sevilla y la Alhambra de Granada habla de la accesibilidad que no se nota y que sirve para todos. Por ejemplo: una persona que va en silla de ruedas se puede comparar a un padre o una madre que tiene que empujar un carrito con 2 bebés, una persona ciega es el alter ego de una persona despistada, una persona con dificultades cognitivas se parecería a un extranjero que no entiende un idioma. Etc, etc. El día que hablé con él fue maravilloso para mi. Además en la página, cuyos contenidos los ha publicado su socia hay entre otras cosas una guía al hilo de lo que comentas: http://www.rovira-beleta.com/biblioteca/Comunicacion%20para%20todos.pdf

      1. Para información general en otros países: «Tullido» está dentro de los sinónimos de «lisiado» Etc. Con frecuencia es utilizado para referirse a las personas con discapacidad. Sandra nos dirá su opinión.

        1. Desde mi punto de vista, el término «tullido» es inaceptable. Lo considero inapropiado, pues vuelve a etiquetarse a la persona inncesesariamente. No es terminología correcta.

      2. Hoooola Sandra.

        Enhorabuena por tu artículo. Me ha encantado, es algo que llevo pensando y compartiendo desde hace mucho tiempo pero, contado como lo cuentas tú, desde la experiencia, «llega» mucho mejor.

        Aunque queda muuuucho camino por recorrer, y aún nos encontramos con expresiones ofensivas en los contextos menos esperados, creo que en algunos ámbitos se está mejorando un poco en este aspecto. Trabajo en un centro de Educación Infantil y Primaria, y mi experiencia es cada año más positiva. Tanto docentes como alumnos cada vez están más concienciados en este sentido.

        Por otro lado en la sociedad en general están tristemente arraigados términos peyorativos como minusválido, discapacitado,… Supongo que es más cómodo «etiquetar» a las personas por las cosas que peor hacen que por sus puntos fuertes, habilidades o capacidades que todos tenemos.

        No me enrollo más. Gracias por compartir tus sentimientos.

        Un saludo.

        Sr. Ruiz.

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