Por qué hablo de inclusión laboral

En un salón de conferencias, se observa a Byron Pernilla en su silla de ruedas, desarrolla una conferencia con público y con una traductora de lengua de señas.

Debido al artículo anterior, recibí varios comentarios que me decían que no todas las personas con discapacidad hacen trabajos técnicos o digamos, de obrero, sino que hay un abanico de profesionales con estudios superiores, muchos con postgrados y que son aptos para puestos ejecutivos. Y tienen toda la razón.

Hace 10 años hablar de inclusión laboral era una utopía, bueno para muchos aún lo es, y es que la imagen denigrante a la que se sometió a la comunidad de personas con discapacidad ha constado cambiarla, a veces no necesariamente de la mente de la sociedad, sino de algunos de los mismos miembros del colectivo.

Perdiles cualificados o no

Yo he trabajado institucionalmente con personas con discapacidad licenciadas en una variedad de campos, personas que pese a las barreras propias de la condición, lograron salir airosos de sus estudios universitarios, y es que tener las posibilidades económicas para estudiar, no implica que no haya barreras tanto arquitectónicas y/o sociales.

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Seminarios de inclusión laboral Asodispro

Al terminar sus estudios igual se enfrentan a la percepción de las empresas en cuanto a la discapacidad, y si a una persona sin discapacidad a veces le toma años laborar en su especialidad  académica, imagine usted como le irá a una persona con discapacidad. Muchos titulados se lanzan al emprendimiento, otros aprovechan los contactos familiares para hacerse de una plaza laboral y una minoría logra emplearse sorteando la discriminación latente; pero aun así hay mucho desperdicio de talento cualificado con discapacidad.

Yo tengo la fortuna de haber ayudado a la empleabilidad a más de un talento cualificado, mientras que la socialización de la inclusión laboral, como institución, visualizó a las personas con discapacidad sin muchos estudios.

Los motivos de mi propósito al escribir

En lo estrictamente personal, yo enfoco decididamente a las personas con discapacidad que no accedieron a estudios superiores. ¿Por qué? Viví como 6 años en un hospicio y ahí vi morir a muchos, algunos personas que debido a una discapacidad física y escasos recursos, llegaron al final del camino solos, desechados por la sociedad y convencidos de que ese era su destino, solo vivieron en la inercia de la victimización. Me asusté mucho, era como si me enseñaran un espejo en el que se me mostraba mi futuro, y no lo acepté, me prometí luchar por no parar así, y le pedí a Dios la oportunidad de vivir como las demás personas sin discapacidad.

Una vez logré la mitad del camino, me pregunté cómo era que aquellos que murieron no hicieron algo para evitar tan cruel final, y había un denominador común, no los estudios, no la actitud, era la falta de oportunidades para ser productivos y el escaso ejemplo. Entonces germinó en mí el Proyecto Asodispro, había que buscar oportunidades de empleo. Habiendo de entrada 2 grandes escollos, el primero la falta total de información de las empresas y el segundo, la limitada mano de obra calificada. Según la ONU en mi país el 83% de las personas viven en la pobreza; y si al porcentaje de personas con discapacidad se le veda la oportunidad de superarse por las distintas barreras: ¿Cuántas tendrán un ingrato final?

Por ello, institucionalmente al comienzo del proyecto ejecutamos los primeros seminarios de inclusión laboral y escolar, no dirigidos a las personas con discapacidad, sino a las empresas, igual hemos realizado capacitaciones específicas para PCD. En lo PERSONAL, mis escritos van dirigidos a personas con discapacidad que no lograron continuar sus estudios, siendo tantas las barreras, basta con mencionar que no existe acceso al transporte público.

Mi mensaje intento hacerlo sencillo, NO para que hagan exactamente lo mismo que yo, sino, que apliquen algún método que menciono a sus propias ideas. Trato de decir que aunque hayamos nacido sin recursos, con nuestra inteligencia podemos construir un mejor destino y porque no, intentar ser felices. Soy feliz cuando se logra una inclusión laboral de alguien cualificado, pero siento algo especial al lograr una inclusión laboral técnica, sé cuánto cambia el mundo para alguien que lo tiene todo en contra, es un logro inolvidable. Lo anterior lo escribo, con respeto para quienes de buena fe me llamaron la atención al ser gente con estudios y discapacidad.

A mis queridos haters

Hay alguien que me escribió: “Lástima que solo hablas y escribís pésimo con tanta faltas de ortografía.” Sé que nunca he sido monedita de oro, pero esto ya no me hace daño, he navegado tanto en esto de la inclusión laboral, con tan poco apoyo, y si muchas críticas, que ya soy cuero (me resbala). Pa comenzar no vivo de los “me gusta” los alago o los besos…bueno en esto último quizá habría objeciones…jaja. Quizá en la premura de publicar y las diversas cosas que hago, a veces meto la patota en mis letras, a falta de un editor, yo las hago de mil usos y de veras pido disculpas, solo pido tomen en cuenta que el objetivo va más allá de una pulcritud gramatical, el objetivo es incentivar a las personas con discapacidad comunes y corrientes como yo, y trasmitirles esas experiencias existenciales, a veces de trabajo, de inclusión o sentimentales, y precisamente para que intenten salir de lo común y corriente.

Aprovecho esos lindos descalificativos para presentarles antes de tiempo, algo que se está realizando con gente con ganas de superarse: una capacitación en mecánica automotriz para personas con discapacidad física. Un curso que entrará a su segundo mes, y estoy seguro, cambiará vidas.

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Por tanto, si le desagrado, no me lea, hay tantas cosas en la red para que se entretenga que no encuentro el por qué pierde su valioso tiempo. Toda persona es igual en derechos y dignidad, mi intención es trabajar para que más gente como yo logre superarse, y que cuando lo logre, no se olvide de donde viene.

*Lamentablemente por la pandemia este curso se suspendió. 

De Byron Pernilla

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