Historias de motivacion

¿Para qué seguir viviendo?

Hay una sensación que estruja el pecho, bueno, a algunos el estómago; y es pararse al filo de algún acantilado, un barranco; pudiese ser en lo alto de un edificio o a la orilla de un gran puente. El aire te provoca escalofrío y esa inmensidad de vacío estremece. ¿Por qué sucede? Es la consecuencia de sentirse pequeño.Leer más »¿Para qué seguir viviendo?

En una vereda, una niña camina al lado de un hombre en silla de ruedas eléctrica.

Ser padre con discapacidad física

Era una tarde del 24 de diciembre, pasados mis veinte en un jardín observaba cómo la tarde menguaba en San Lucas Sacatepéquez, en una casa hogar; en mi silla de ruedas veía cómo la hija de la señora de la limpieza jugaba con los pedazos de papel de regalo que unas personas caritativas habían llevado a esos seres olvidados recluidos ahí, entre ellos yo.Leer más »Ser padre con discapacidad física

El precio de la vida independiente

Conversaba con un amigo sobre el caso de una persona con discapacidad, no diré cual, que no ha logrado superarse y se deprimía mucho, sintiéndose sola. Yo le planteaba que la referida persona no quería trabajar, que se lo había propuesto, pero siempre decía algún pretexto, y pues el no hacer nada, a veces se volvía costumbre y veíamos las consecuencias.Leer más »El precio de la vida independiente

La señora de la silla de ruedas

Cada que salía le veía, un día en aquella esquina, otra, en esa parada de bus, a veces la acompañaba un niño. Era ya una señora, quizá unos 45 años, siempre maquillada, en su silla de ruedas extendía la mano a los transeúntes y automovilistas. Los conductores le daban monedas, mientras ella les agradecía por su nombre, era como un personaje popular. ¿Qué sentía? Lo más seguro era humo. ¿Por qué lo hacía? -¡Por haragana lo más probable!- pensé.Leer más »La señora de la silla de ruedas