El cristal del éxito en silla de ruedas

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Varias veces en la vida se presentan las crisis existenciales, de dónde vienes, qué has hecho, dónde estás, qué haces, a dónde vas y qué harás. Esto a veces golpea luego de la muerte de un amigo, pero a veces entre otras, se da en la sobremesa de una boda.

Dicen que todo depende del cristal con el que se mira, y es cierto cuando pones tu vida en perspectiva y valoras los resultados, intentando saber si has sido exitoso. ¿Pero con qué cristal vemos el éxito, con nuestros anteojos o el de las demás personas?

Dependiendo el grado de madurez que vamos adquiriendo somos más susceptibles pues hemos enfrentado más imprevistos, sorpresas que han hecho fracasar más de una meta, más de un sueño. Las biografías que se han escrito sobre Steve Jobs refieren su enojo al saber que había embarazado a una chica, y cómo se negó a enfrentar la paternidad, sabiendo que de hacerlo en aquel momento, fracasarían en su meta de cambiar al mundo tecnológico.

Muchos que saben de esto critican agriamente al gurú de la manzanita, yo no lo sentencio, creo que él sentía su misión y tomó una decisión que muchos, como yo, no hubiésemos tomado. Pero el cristal para juzgar es diferente, él sostuvo su objetivo y ante sus ojos fue un hombre exitoso. ¿Le importaría la opinión de los demás? La única que le importó fue la opinión sobre el diseño de sus juguetes.

Hay una película llamada “Hombre de familia”, Nicolas Cage es un exitoso hombre de negocios que ama su estilo de vida, de pronto viaja en el tiempo para observar cómo hubiese sido su vida si hubiera renunciado a ser ejecutivo a cambio de una familia. No escribiré detalles para no echarle a perder la película a quienes no la han visto, pero si pienso que ese film refleja las dos caras del éxito de una persona (formar una familia y ser exitoso en los negocios), lamentablemente muchos quizá no disfrutemos de las 2, con dificultad lograremos una, y muy seguramente el decidir por una será el fin de la segunda, yo pasé por esa decición.

Al final del día el éxito depende en relación a qué lo comparamos. Según la RAE:

Éxito

Nombre masculino

Resultado, en especial feliz, de una empresa o acción emprendida, o de un suceso.

Cosa que supone un éxito o resultado feliz.

La primera acepción va para lo profesional, la segunda sería en el plano privado. Particularmente creo que lo único que quitaría sería el concepto de felicidad, y es que la felicidad es subjetiva, el éxito puede apreciarse desde la perspectiva de satisfacción de hacer lo correcto, aunque eso no necesariamente de felicidad.

Lo que deberíamos hacer es ver cómo se vería el éxito si hoy muriéramos; hoy todos tus cuates podrían la moña negra en las redes, para que se enteren de un dolor que debiese ser privado, todos hablarían de tus “logros” pero paulatinamente se irá olvidando cuan “exitoso” eras. Si lograste el éxito familiar serán ellos los que mantendrán tu memoria presente, pero tarde o temprano serás parte de una historia que ya no se cuenta.

Independientemente de las decisiones que han forjado nuestras vidas, del éxito o no de  nuestros proyectos, el real triunfo es estar vivos y tener la oportunidad de no desperdiciar nuestros talentos, de usarlos y sentir las sensaciones que la vida nos trasmite. El éxito radica en ser cada día mejores en lo que hacemos, quizá no seas el número 1 o el más reconocido, pero hay que sentir pasión por nuestro trabajo, por humilde que sea, eso te hará sentir mejor persona en comparación con la que eras ayer. ¿Y si no tengo trabajo? Aquello que hacemos bien por otros es un trabajo, que tristeza que solo por dinero hiciéramos algo.

¿Cómo veo con mi cristal el éxito? No comparándome, cada realidad es muy diferente discapacidad o no. Debo aceptar los errores que he cometido, no voltear la mirada con rencor, si me acepto y dejo de juzgar a los demás, me alejo de la amargura y la vanidad.

Alcanzar el éxito profesional no es un delito, todos debiésemos intentarlo, no hacer nada tampoco es un delito, hay quienes son felices enterrando sus talentos. La mediocridad te gusta o te da miedo.

Predicar con el ejemplo es lo más raro de encontrar hoy día, pero si se logra a pesar de los obstáculos, si de las cientos de personas que conocemos, aunque sea una sigue nuestros pasos, si no te sientes solo porque crees en Dios, si tus amigos permanecen contigo a pesar de tus errores, si le diste esperanza a una sola persona, si viste a un niño feliz comer de tu trabajo aunque no fuera tu hijo, y si duermes sonriendo por el éxito de otros: entonces encontraras paz y con ella no tiene importancia el éxito.

De Byron Pernilla

[email protected]

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